Tu nombre, tu presencia. Me provocan incertidumbre.
Nadie sabe qué pudiera haber pasado si. Ese si, tan condicional, tan extraño, tan abstracto.
La incertidumbre es tan fuerte que tambalea la felicidad de la estabilidad. Y aunque nunca lo sabremos, siempre nos quedará eso. Estemos donde estemos.
La incertidumbre.