martes, 11 de junio de 2013

Cursos para principiantes.



Al abrir mi e-mail llega una oferta: escritura para principiantes. Y me tocáis los cojones. Aprende a crear, dicen, aprende a poner palabras a tus sentimientos, leo. ¡Qué asco! Y os imagino a todos, sentaditos, en fila, dispuestos a crear. A aprender a crear, perdón. ¡Sentid, joder! Dejad que os inunden las palabras, que os golpeen en el pecho y os aturdan las rimas, acogedles en vuestra piel y dadles cobijo cuando ni vosotros mismos os atreváis a pronunciarlas. ¿Acaso no son los versos más puros aquellos que no escribimos con la mente? Escritura para principiantes, cómo crear historias que cautiven, sigo leyendo. ¿A quién sino a nosotros mismos debemos cautivarnos? Escribir para otros, qué fatal idea, ¡Y qué de moda está! Pasad de nivel. Abriré mi e-mail: curso para escritores de best-sellers. E imagino que en éste se estudiará el algoritmo de la perfecta novela idiota. Del poema que rima sin sonar. De las palabras que nadie siente. Ni el escritor, ni el lector. Palabras que aún en tinta se revelan vacías. Palabras que en nuestras bocas serían pura poesía. Lo coloco en la carpeta de spam. Y escribo, aunque sólo sea para decir que me tocáis los cojones. Para reivindicar en soledad la belleza del sinsentido que es escribir esto, en este preciso instante, aunque no pueda explicarlo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario